Li.la Capítulo 3
Fuster, Baxter, Dexter y Anéxter Collins, son cuatro hermanos que llevan poco tiempo en La Ciudad. Y la odian. Desde que hace veinte años fueran destinados como fuerza de choque – un eufemismo de “ser los primeros que mandan para situaciones poco saludables y de escaso éxito”-, saben que cada llamada desde la Oficina Central de El Gremio no significa buenas noticias. Odian La Ciudad, de verdad la odian. Por ellos, podría hundirse en un pozo de plasma, que nadie la echaría de menos, pero no hay nada que hacer ante una Orden de Trabajo firmada por el Gran Maestro Excel. La sola firma, compleja y definitivamente genuina, revela la seriedad del encargo.
Estos cuatro ejemplares son distinguibles por sus gabardinas y su volumen creciente (Fuster es el mayor y el más gordo, mientras que Anéxter es bastante… pequeño, a decir verdad), caminan pesados llamando todo tipo de atención…, claro, si la gente los percibiera. Acostumbrados que su invisibilidad les juegue a favor, no hay una sombra de duda en el éxito del encargo. El fracaso es inaceptable. El desastre que fue la última Orden de Trabajo firmada les costó el bono con el que finalmente se podrían ganar la independencia y ser agentes libres. A estas alturas del partido, todos en el Gremio saben que tenerlos en nómina es más barato que subcontratarlos, pero ellos están con la moda de que la independencia da status y que te miran de otra forma y todo eso…, aunque sus servicios sean exclusivamente prestados a El Gremio. Cosas de los emprendedores. Es necesario depender de una entidad mayor, pero al mínimo asomo de éxito, todos quieren su propia oficina con vista al valle.
Buscar esa nueva financiación les permite estar siempre atentos a cualquier oportunidad, y cuando la secretaria de el Gran Maestro Excel llamó, la respuesta fue unánime e inmediata:
Aceptamos el trabajo.
Si fueran visibles para todos los ciudadanos, verlos pasar sería una especie de curiosa anécdota. Tres formas voluminosas, cónicas y en perfecto orden decreciente (Anéxter es tan pequeño que para evitar cansarse – y ser pisado - siempre viaja en un bolsillo de Fuster), en una procesión lenta, pero armónica de pamelas, gabardinas y zapatos de charol. Curiosa, sí, pero que las apariencias no te engañen. No por ser exóticos dejan de ser menos eficaces y letales. Su reputación les precede por siglos llenando las cuatro copias de cada guía con quirúrgica precisión y – lo más importante- con una tasa de sólo 1% de reclamos al servicio de post-venta. Ellos personificaban el lema que le gusta alardear a la alta gerencia que reza que “Si tu cliente es capaz de confiarte ir a recoger a sus hijos al colegio, es porque eres un proveedor indispensable”. Su departamento, la “Oficina de Resolución de Partes en Disputa” de El Gremio, recibía la mayor cantidad de situaciones y conflictos entre todas las partes que forman un contrato con El Gremio. Desde entrega de notificaciones de cierre de contratos, lo que usualmente conlleva patéticas escenas de ruegos, lloros y automutilaciones innecesarias hasta resolución de negociaciones estancadas entre las partes, que por lo general terminaban con uno o dos bullantes planetas convertidos en áridas pelotas de golf.
Y ahora, los hermanos Fuster, Baxter, Dexter y Anéxter Collins buscan hacerse independientes. Ellos creen que les iría mejor si desarrollaran sus actividades en una oficina propia.
La Orden de Trabajo emitida desde la Secretaría del Gran Maestro Excel sólo rezaba tres conceptos fuerza:
“Hospital de La Ciudad. Octavo Piso. Mujer”
Y el timbre que compulsa la emisión de la OT por la oficina de partes indicaba que la recolección debería ser hoy, de hecho, exactamente un par de minutos atrás. Así que, mientras la procesión de hermanos daba la vuelta en la esquina de las intersecciones entre la Calle de Aromo con la Calle de la Alegría, el ruido de la explosión sólo podía indicarles como si una gran flecha de llamas y escombros se tratara, que su mercancía estaba lista para ser recolectada y enviada por valija. Por esto, su alegría era inmensa: la Orden de Trabajo requería sólo de envío de “material genético mínimo, identificable y tangible” y, claro, una explosión facilitaba mucho las cosas.
Llegamos justos de tiempo, hermanos.
No hay problema, las explosiones en zonas habitadas generan confusión y ruido, pero básicamente, no hay mucho movimiento del objetivo, hermano Fuster.
Hermano Dexter, ¿ves a la mujer?
El hermano Dexter afina su vista hacia los escombros.
No veo nada… ¡Espera! Sí… El objetivo se acaba de asomar por la grieta, Hermano Baxter. Lamentablemente, el objetivo sigue activo. Intuyo un 17% de posibilidades de que siga operativo, por lo que nos deja un 83% de éxito antes de empiece la teleserie.
Claro, un inciso. Una de las pocas cosas que se sabían dentro de El Gremio de los hermanos Collins, era que nunca nunca nunca los contrates entre las 18 y 21 hrs de cada día laboral, puesto que su vida giraba entorno a “Matriz de Amor”, la última teleserie registrada antes de La Gran Despreocupación, de la que estaban fervorosamente enganchados e irrevocablemente enamorados de la humilde Amarau, la protagonista que trata de convencer que su amor de infancia, Joxé, ahora un hacendado, la vea como realmente es, su amor de la favela Os Dragoes, y no la hija del narco Heriberto, sádico con las cuchillas quien mandó a matar a Elvira, la esposa de Joxé. Los últimos 16 capítulos que transcurren en el barrio de Niteroi – algunos contaban que grabar en las favelas de verdad costó a la producción 3 asistentes de cámara y tener que regrabar la parte de la serie al aparecer flotando en la Laguna Rodrigo de Freitas el cuerpo sin vida de Geribá Mattos, la actriz que inicialmente daba vida a Amarau. Tras un nuevo casting de urgencia Florencia Reis salió elegida para tomar el manto de Amarau y terminar la serie. Esos últimos capítulos son realmente difíciles de conseguir en el Gran Bazar de El Gremio, ya que aunque muy variado, las copias de cualquier producción previa a “La Gran Despreocupación” son una quimera. Evidentemente, toda esta información era desconocida en La Ciudad, ya que la “Matriz de Amor” fue registrada en Río de Janeiro, Brasil unos años antes de que finalizaran “Los Tiempos Oscuros”. Hoy, poco queda de esa zona, de esa ciudad y de ese estilo de vida.
Lógicamente que, debido a eso, los hermanos Collins, tenían prisa. Tiempo es dinero que dicen.
Hermano Fuster, quédate cubriendo la retaguardia. Hermanos Baxter y Dexter, usen esta bolsa de plástico para poder recolectar cualquier muestra que sea suficiente para cliente. Baxter, quiero que seas tú el que me lleve, ya sabemos lo que pasó la anterior ocasión, hermano Dexter, seguimos sin nuestra propia oficina por el retraso en la planilla al olvidarte de mi.
No tienes por qué recordármelo, Hermano Anéxter.
Hermano Dexter, preveo daños colaterales dentro del sistema de evacuación de ese edificio por lo que sugiero que nos lleve directamente a ese piso.
Como dos plumas impulsadas por el viento, los hermanos Baxter y Dexter, con Anéxter en el bolsillo del hermano Baxter, ascienden usando una corriente de aire caliente impulsada por el tercero de los cuatro hermanos Collins. Sí, el apellido de los hermanos fue cambiado legalmente en honor a la antigua y más cruel de las villanas de telenovelas, la gran Joan Collins. Pero no le preguntes jamás cual es su apellido de nacimiento; la sola pronunciación de las tres primeras consonantes, te llevaría en un viaje lisérgico del que difícilmente podrías escapar.
Llegados a la altura del octavo piso, la destrucción es completa y la cantidad de cuerpos – que no supera la veintena,- están más allá de toda salvación. Esto pone de especial mal humor a Anéxter quien ya se imagina pasándose el resto de la tarde separando muestras hasta tener una lo suficientemente impoluta del objetivo para embolsar.
Otra explosión. Esta vez logra volar los pisos nueve, diez y ático del hospital.
¡Maldición! – Grita Baxter
Hermano Dexter, ¿qué no teníamos asegurada la estabilidad de la zona?
Pensé que…
¡Malditos “creíque y los penséque”! ¡Este actuar tan improlijo le costará una nota en su hoja de vida! Ahora ya no queda nada de material genético con el que trabajar. Si lo hay, será un problema de 32,65 horas de trabajo que no tenemos para extraer algo de material genético limpio.
¡Hermano Anéxter, mire! ¡En la calle! ¡El objetivo se va corriendo!
El Capítulo 1298 de “Matriz de Amor” está programado para ser emitido en la sala de entretenimiento envolvente de los Collins para dentro de 4 horas.
¡Maldita Ciudad, la odio!
Continúa en el capítulo 4